Historia

LOS INICIOS

Según documentos de la época, en el año 500 A.C. ya se cultivaba la vid en el Valle del Ebro y en el siglo II A. C. ya existía una importante producción de vino en esta zona. Un factor que influyó en el desarrollo del cultivo de la vid y su comercio fue el asentamiento de itálicos en el Somontano. Estos importaron sus avanzadas técnicas vitivinícolas contribuyendo también a la creación de las compañías de comercio.

En la Edad Media, el cultivo del viñedo se extiende a toda la provincia de Huesca. En esta época los monasterios son un factor influyente en el desarrollo del viñedo y provocan un fuerte aumento de plantación de cepas en sus proximidades: el vino, por ser parte de los rituales católicos, es un producto esencial.

LOS SIGLOS XIX Y XX

No obstante, las fechas y momentos especialmente destacables para la Denominación de Origen comienzan en el siglo XIX y especialmente en el XX: en el siglo XIX, tras el ataque de la filoxera en el viñedo francés, tuvo lugar un hecho clave para el futuro vinícola de Somontano: la familia y bodega Lalanne llegan de Burdeos y Buenos Aires a Somontano e implantan en la región variedades de uva como Chardonnay, Merlot o Cabernet – Sauvignon que ya, desde entonces, forman parte del patrimonio vitivinícola de Somontano. Todo ello conllevó un aumento de la producción vinícola de la comarca, la realización de unas buenas ventas y un incremento de la exportación, y que, durante ese siglo, la producción de vino en Huesca se fuera ciñendo cada vez más al Somontano debido a la especialización de la zona en la producción y a la buena calidad de los vinos.

En el siglo XX, concretamente en los años 60, el nacimiento de la Cooperativa Comarcal Somontano del Sobrarbe – que aglutinaba a gran parte de los viticultores de la zona -supone la apuesta de la zona por la viticultura de calidad como motor de la economía y los primeros pasos del nacimiento de la Denominación de Origen Somontano que sería aprobada en 1984. A partir de ese momento, y sobre todo a partir de los años 90, la llegada a Somontano de grandes proyectos empresariales de bodega con fuertes inversiones coloca a los vinos Somontano entre los mejores de todo el país.

EL PRESENTE Y EL FUTURO

La llegada del siglo XXI Somontano supone un nuevo momento histórico marcado por la llegada de nuevas bodegas, la inversión de capital, el crecimiento en producción y comercialización y el reconocimiento a la calidad de sus vinos por parte de las guías especializadas más prestigiosas y de los consumidores.

Su éxito es consecuencia de todo ello y de un trabajo conjunto por parte de los viticultores, las bodegas y el Consejo Regulador en aras a ofrecer a los amantes del vino un producto para disfrutar, de calidad, único, versátil, en el que el territorio además de ser un elemento esencial es un destino turístico de primer orden.